Muñeco personalizado de comunión antigua

Pablito siempre fue un niño heterodoxo, desde pequeño soñaba con platillos volantes. Las monjas del colegio le llamaban la antención constantemente para que dejase de arrancar las hojas del cuaderno de caligrafía simulando que ya lo había completado. Este es su muñeco personalizado, simboliza la cara inocente que tenía en las fotos escolares y de comunión, al mismo tiempo que el inmenso mundo interior de un niño muy inteligente que en los años 70 amaba a Curro Jiménez y Erich von Däniken. El muñeco personalizado de trapo está hecho a mano y va vestido como el niño. El libro de texto y el póster original ilustrando sus obsesiones también son originales y pintados a mano con acuarela. Es un Mini Yo de 30 cm articulado, el modelo más sencillo.

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