La pequeña Mari Pili siempre soñó con dibujar, pintar y coser. Curiosamente, algunas tradiciones chamánicas incluso dirían que vino al mundo predestinada para ello, ya que los bebés que nacían con el cordón umbilical rodeando su cuello eran considerados creadores por llamado divino. Cincuenta años después de hacerse una sesión de fotos en la plaza de su pueblo en uno de los días más felices de su infancia, Mari Pili es la fundadora de Wateke de Wata y se dedica a crear por encargo muñecos personalizados con la cara de otras personas. Recientemente decidió que ya era hora de realizar la versión en figura de trapo de si misma, y la llevamos a hacerse fotos en esa misma plaza.
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